A mantener los buques en movimiento, los puertos abiertos y el comercio transfronterizo fluyendo, instan las entidades de las Naciones Unidas

La dependencia del mundo del transporte marítimo hace que sea más importante que nunca mantener los buques en movimiento, los puertos abiertos y el comercio transfronterizo fluyendo, y apoyar el cambio de la tripulación de los barcos, dijeron las entidades marítimas y comerciales de las Naciones Unidas en una declaración conjunta.

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Imagen foto_00000001La Organización Marítima Internacional (OMI), que regula el transporte marítimo, y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), que hace un seguimiento del comercio mundial, reiteraron los llamamientos a los Gobiernos para que promovieran el bienestar de las tripulaciones permitiendo los cambios de tripulación y asegurando que la gente de mar y demás personal marítimo tuviera acceso a la documentación y las opciones de viaje para que pudieran regresar a sus hogares en condiciones de seguridad.

 

Se estima que para mediados de junio de 2020, alrededor de 300 000 marinos necesitarán vuelos internacionales cada mes para permitir el cambio de las tripulaciones de los buques. Alrededor de la mitad viajará a casa en avión, mientras que la otra mitad tendrá que unirse a los buques. Además, 70 000 trabajadores de los cruceros están esperando para su repatriación. Este proceso se ve actualmente obstaculizado por las restricciones de viaje impuestas debido a la pandemia de COVID-19. Sin embargo, para cumplir con las normas internacionales de seguridad y empleo, y también por razones humanitarias, los cambios de tripulación no pueden posponerse indefinidamente. También se debería facilitar el acceso a la atención médica de la tripulación enferma o lesionada y a las recetas médicas.

 

La OMI y la UNCTAD también reafirmaron la necesidad de designar como "trabajadores clave" a la gente de mar, el personal marítimo, el personal de los buques pesqueros, el personal del sector de la energía en alta mar y el personal de servicios en los puertos. Los gobiernos y las autoridades nacionales y locales pertinentes deberían reconocer que esos trabajadores prestan un servicio esencial, independientemente de su nacionalidad, y deberían eximirlos de las restricciones de viaje cuando se encuentren en su jurisdicción. "Dicha designación garantizará que el comercio de bienes esenciales, incluidos los suministros médicos y los alimentos, no se vea obstaculizado por la pandemia y las medidas de contención conexas", dice la declaración conjunta.

 

"Hacemos hincapié en que, para que el comercio continúe durante estos tiempos críticos, es necesario mantener los buques en movimiento, los puertos abiertos y el comercio transfronterizo fluyendo, al mismo tiempo que se garantiza que los organismos fronterizos puedan llevar a cabo con seguridad todos los controles necesarios. La colaboración, la coordinación y la solidaridad internacionales entre todos van a ser fundamentales para superar el desafío mundial sin precedentes que plantea la pandemia y sus repercusiones a más largo plazo", se dice en la declaración conjunta.

 

Mirando más allá de la situación actual, la OMI y la UNCTAD instaron a los gobiernos a que prosiguieran sus esfuerzos de colaboración para determinar y eliminar todo obstáculo reglamentario innecesario para la recuperación posterior a la pandemia y para facilitar el transporte y el comercio marítimos en estos tiempos difíciles.

 

Alentaron a que se adoptaran enfoques pragmáticos, como la concesión de exenciones y exoneraciones cuando fuera necesario y apropiado. Se debería procurar facilitar los medios electrónicos para las interacciones entre los buques y la costa, así como para las interacciones administrativas y comerciales. Debe haber un intercambio eficaz de información previa a la llegada y otros requisitos de presentación de informes relacionados con COVID para los buques; y el suministro de equipo y recursos adecuados a los puestos de control aduanero y fronterizo de los puertos.

 

Se podrían aprender lecciones para el futuro. En la declaración conjunta se señala que, a largo plazo, algunas de las medidas para hacer frente a la crisis de COVID-19 pueden ofrecer otros beneficios importantes, por ejemplo, fomentar una mayor inversión en la digitalización y avanzar en los esfuerzos por mejorar la eficiencia energética de los buques y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes del transporte marítimo.

 

El transporte marítimo depende de los 2 millones de marinos que operan los buques mercantes del mundo, que transportan más del 80% del comercio mundial en volumen. El transporte marítimo transporta los alimentos, la energía y las materias primas del mundo, así como los productos manufacturados y los componentes, y es vital para el desarrollo sostenible y la prosperidad.

 

Los cambios de tripulación son esenciales para la continuidad de la navegación de manera segura y sostenible. El Secretario General de la OMI, Kitack Lim, ha respaldado una serie de protocolos elaborados por una amplia muestra representativa de asociaciones mundiales de la industria marítima para garantizar que los cambios de la tripulación de los buques puedan tener lugar de manera segura durante la pandemia de COVID-19.

 

Descargue la Declaración (en inglés) en este link

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