Hemav y Open Arms rescatarán con drones a refugiados a la deriva en el Mediterráneo

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Imagen foto_00000001Open Arms duplicará el área controlada y multiplicará su capacidad de rescate. El número de refugiados que ha tratado de llegar a Europa por el Mediterráneo en el primer trimestre de 2018 ronda los 22.000. Más de 600 personas han fallecido en el trayecto durante este tiempo.

 

La compañía española Hemav, a través de su fundación, ha desarrollado un dron de reconocimiento en mar abierto para la búsqueda de personas y embarcaciones con el objetivo de mejorar las misiones de rescate de la entidad Open Arms. Los drones trabajarán de forma autónoma recorriendo distintas áreas del Mar Mediterráneo, permitirán cubrir un área mayor y asegurarán una vigilancia continua. El proyecto recibe el nombre de Freeda y se enmarca en las actividades llevadas a cabo por Hemav Foundation, entidad sin ánimo de lucro que extiende la actividad de la compañía Hemav al ámbito social.

 

Aplicación del dron

 

La primera ventaja que ofrece la aplicación de drones en el contexto del mar es que, al ser una herramienta controlada desde un lugar remoto, permite controlar la zona más cercana a la costa sin poner en peligro a la tripulación del barco; alrededor de 12 millas náuticas donde no se permite el acceso a ninguna ONG por temas legales.

“El dron desarrollado -explica Sergi Tres, Coordinador del Proyecto Freeda- tiene la capacidad de detectar embarcaciones y personas mediante el uso de sensores térmicos. Una vez localizado el objetivo, envía instantáneamente imágenes al barco base donde se toman las decisiones de actuación. Cuando agota la batería, el dron regresa al barco y realiza el aterrizaje de forma automática”.

Los drones, además, pueden volar largas distancias y hacer grandes barridos en lugares más o menos aleatorios ampliando el alcance de rastreo. Utilizando varios drones a la vez se puede llegar a tener una vigilancia prácticamente permanente de grandes extensiones del Mar Mediterráneo y reducir notablemente el número de naufragios.

Por otra parte, también supone un ahorro de tiempo y dinero en la confirmación de posibles objetivos. Hasta el momento, Open Arms envía las lanchas cuando están a unas 20 millas náuticas del objetivo. Un dron puede ser armado y lanzado prácticamente en el mismo momento en que se recibe el aviso, y puede viajar a una velocidad superior a la de las lanchas, por lo que puede llegar mucho antes al lugar, iniciar un barrido, detectar rápidamente el objetivo y mandar sus coordenadas.

Un 13,3% de los rescates realizados en el Mediterráneo durante 2017 lo llevó a cabo Open Arms, organización sin ánimo de lucro cuya misión es rescatar en el mar a los refugiados que llegan a Europa huyendo de conflictos bélicos. “Con la aplicación de la plataforma UAV (siglas inglesas de Unmanned Aerial Vehicle, conocido popularmente como dron) -explica Gerard Canals, Coordinador de Open Arms- podremos duplicar la extensión que controlamos y el área en la que se realizan la mayoría de los rescates (unos 3.000m2) estará bajo vigilancia continua”.

 

Retorno humanitario

 

Las cifras ofrecidas por Open Arms y ACNUR (Agencia de la ONU para los refugiados) se basan en las muertes que son confirmadas por ellos mismos, sea porque el grave estado de las personas rescatadas no les permite llegar a tierra con vida o porque los barcos naufragan antes de la llegada de socorristas, por lo que únicamente se encuentran los restos y se estima una cifra. Pero se desconoce cuántas personas naufragan en medio del mar sin ser localizadas.

Con el trabajo continuo de los drones se pueden tener controladas grandes extensiones de mar y aunque esta cifra sea desconocida, se vería reducida. También el hecho de que el dron viaje a mayor velocidad que las lanchas, permite localizar a las embarcaciones mucho antes y agilizar las tareas de rescate.

Según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), durante el primer trimestre de 2018 se han registrado cerca de 22.000 llegadas por el Mediterráneo y 606 muertes. Según publica el Ministerio del Interior, del 1 de enero al 15 de abril de este año, las embarcaciones de inmigrantes irregulares que han entrado en España, representan un 23% más que las contabilizadas en el mismo periodo de 2017.

 

Otros proyectos de Hemav Foundation

 

Hemav también ha sido seleccionadapor la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) como partner oficial de esta institución gubernamental por su proyecto Drones for Desert Locust cuyo objetivo es controlar y monitorizar las plagas de la langosta del desierto y de ese modo luchar contra el hambre en África.

 

Estas plagas de langostas del desierto (schistocerca gregaria) son una de las más peligrosas y destructivas del mundo, especialmente por los daños que causan en los recursos agroalimentarios. Durante la plaga del 2003-2005 se produjeron pérdidas de hasta el 100% en cereales, 90% en legumbres y 85% de pastos. Se necesitaron aproximadamente 570 millones de dólares y 13 millones de litros de pesticida. Los gastos que ocasionó habrían sufragado 170 años de prevención.

 

Hemav Foundation es una entidad sin ánimo de lucro creada por la compañía española Hemav Technology SL, cuarta mayor operadora de drones del mundo, con el objetivo principal de demostrar y promover el compromiso de la tecnología UAV con el ser humano y con la sociedad en general.

 

Como señala Marc Aicart, director de Hemav Foundation, “la visión de la fundación se basa en promover las aplicaciones civiles de esta tecnología mediante el impulso de programas y proyectos de impacto social y medio ambiental”. Recientemente ha lanzado una campaña de crowdfunding visible y accesible en su página web para fomentar la cooperación internacional y la ayuda humanitaria, además de dotar a la fundación de recursos económicos para desarrollar sus proyectos.

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