Royalty Portuario: Un golpe mortal al mercado laboral

Por Hugo Barra Salcedo. Director de Liga Marítima de Chile.

  • Compartir en Facebook
  • Compartir en Twitter
  • Enviar por correo

Ciento quince años atrás, Valparaíso vivía una emergencia laboral. En menos de un año se inició la primera guerra mundial, se inauguró el Canal de Panamá y se hundió el Dique Flotante VALPARAÍSO. Hechos que significaron una brutal disminución de oportunidades para los porteños. Tripulantes, trabajadores de ribera, obreros del dique flotante remanente, el SANTIAGO, empleados de almacenes y bodegas que abastecían naves, pululaban buscando las escasas oportunidades que el puerto ofrecía. Valparaíso estaba en crisis.

En esas circunstancias nace Liga Marítima de Chile. Una corporación que busca poner en valor las oportunidades laborales que el mar ofrece, impulsar políticas que creen conciencia e identidad marítima y hacer presente que el mar es fuente de trabajo digno, bienestar y esperanzas para miles de chilenos.

Hoy, la inversión crece a un 0,8% anual, el PIB 2025 alcanzaría un 2,4%, mientras Argentina lo hará en 5,5%, Perú en 3,5% y Bolivia en 3,7%. Esto se traduce en reducidas opciones de trabajo: la gestión interanual significó apenas 141 nuevos empleos formales. El desempleo chileno duplica el promedio OCDE, el desempleo femenino supera el 10%, más del 25% de los empleos son irregulares y el 50% de los formales recibe menos de $611.000 mensuales. Todo configura un escenario de crisis laboral.

Los proyectos legislativos de aplicar un royalty portuario y gravar importaciones y exportaciones con hasta US$2 por tonelada no solo implican doble tributación para el sector naviero, que ya paga el TUP - Tasa de Uso Portuario. Este impuesto, que en una década ha recaudado US$800 millones, nació para mantener infraestructura portuaria, pero adolece de claridad en su destino.

La mejor forma en que un puerto aporta a su ciudad no es con más impuestos, sino siendo visto como confiable, moderno y seguro. Resulta incomprensible que un terminal con capacidad de 2,4 millones de TEUs al año cuente solo con dos camiones scanner operados de manera aleatoria. Esa precariedad debilita la confianza en los puertos, encarece procesos y resta competitividad.

Un nuevo impuesto a la cadena logística portuaria solo traerá pérdida de competitividad, incertidumbre y desincentivo para inversionistas, encareciendo el comercio exterior y golpeando, como siempre, al ciudadano común.

Las esperanzas recaen en quien, hasta hace días, presidía el Directorio de la Empresa Puerto de Valparaíso y hoy encabeza el comando económico del sector político que propone este impuesto. De seguro podrá advertir los negativos efectos de tal royalty para la economía nacional.

La crisis de hace 115 años tuvo origen externo y golpeó a Valparaíso. La emergencia laboral actual nace de medidas internas equivocadas, cuyos efectos ya impactan a todo Chile. La imposición de un Royalty Portuario sería un golpe mortal al mercado laboral chileno.

 

Valparaíso, 18 de agosto del 2025

  • Compartir en Facebook
  • Compartir en Twitter
  • Enviar por correo

ARTICULOS RELACIONADOS

Ver más